El final.
Mis sospechas se han confirmado, tú no eres mío, nunca lo has sido ni nunca lo serás. Durante todo este tiempo he sido una marioneta a tu entera disposición, un pañuelo de usar y tirar, me has dado falsas esperanzas y ahora me siento como si un montón de puñales me atravesaran. Creí en lo que todo el mundo decía, es más creí en todas y cada una de las palabras que salian de tus preciosos labios. Siempre me pasa lo mismo.... siempre me enamoro del más gilipollas, aunque pensé que contigo sería diferente, también es verdad que eso siempre se dice pero siempre te tuve como mi chico ideal...
Me has hundido en la miseria, me has destrozado y me has avergonzado de una manera inimaginable, no se ni siquiera como reaccionar ante esta situación, ni siquiera has tenido el valor de decirmelo tú, es muy triste que siendo tan amigos y teniendo tanta cofianza como teniamos te lo hayas callado. ¿A qué esperabas? ¿A que dejáramos de hablar, de vernos o simplemente a que me olvidara de ti? Esta claro que la última opción no puede ser, esto no lo voy a olvidar de la noche a la mañana, haberme dicho antes que yo solo soy un quita calentones, que nunca has sentido nada y que soy tu putita particular. ¿ Es eso lo que quieres de verdad? Vale, te haré el favor, desapareceré, parecerá incluso que nunca nos hayamos conocido, te borrare del móvil, del tuenti e intentaré borrar todo recuerdo tuyo que haya en mi cabeza hasta que esa pequeña llama que queda dentro de mi se apaque por completo, ya he dejado de ser la niña que llore en tus fiestas, borrón y cuenta nueva, esta es la última vez que ensucio mi blog hablando de ti.
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