jueves, 29 de septiembre de 2011

Dificil

Los amores de verano terminan por todo tipo de razones, pero al fin y al cabo todos tienen algo en comun: son estrellas fugaces. Un espectacular momento de luz celestial, una esfimera luz de la eternidad que en un instante se van.



Hay muchas formas de quererse, ¿sabes? Pero la suya era... total. Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos.

Y ellos lo sabían.

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