sábado, 7 de enero de 2012

SIEMPRE TUYA, SIEMPRE MÍO, SIEMPRE NUESTRO parte 10.

Cinco de la tarde, nuevo rimel, un pequeño escote, un toque de olor a vainilla, un pantalón ceñido, una bolsa de pipas de las que tanto te gustan, y una bonita sonrisa me bastó para salir de casa después de estar un mes sin verte.

Cinco y media, me reúno con mis amigas las digo que vienes con una sonrisa de lado a lado, que además vienes en tu moto y con tu amigo el potente. Pasan los minutos, cada uno de ellos era eterno, tardas una hora en llegar, pero me daba igual, ahí estabas, bajando de tu moto, acercándote a mi, dándome igual tu amigo y las otras treinta personas que había a mi alrededor, me agarras y me das un abrazo y dos besos, como en una película. Puede que parezca algo insignificante pero para mí, fue el mejor momento de toda la tarde. No me hizo falta ir a buscarte en ningún momento, estuviste conmigo todo el tiempo, comiendo de la bolsa de pipas, hablando de todo lo que hemos estado haciendo estas navidades y claro como no, yo con mi sonrisa tonta, fijando mis ojos en ti como si no te hubiera visto nunca. Suena mi móvil, como no, de tono, la canción que tantos recuerdos me trae "entre la playa ella y yo" me miras y sueltas, "Qué, todavía te dura ehh" y una pequeña mueca, actuando como si no supieras a lo que me refiero pero sabiendo en el fondo porqué va.

Decides irte, vuelves a darme dos besos seguido de un “bueno, luego hablamos” te alejas poco a poco, te pones el casco, subes a la moto y desapareces entre la carretera… 10 minutos después del éxtasis que me produce verte y quitarse el contentillo del vodka empiezo a pensar, mi rimel empieza a correrse, una lágrima bajaba hasta chocarse con mis labios, sigo enamorada de ti como el primer día.

Actuar como si nada, sintiendote como una lunática pensando que nadie te cree, que todo esto son imaginaciones tuyas y que nunca ha habido nada.


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