viernes, 10 de mayo de 2013

Sex on fire.

Te miro, me miras disimuladamente sin que nadie más se de cuenta del calor que desprende tu mirada.
Estamos solos, uno frente al otro, sabiendo lo que nos deseamos y a la vez no sabiendo que hacer. Te acercas aun más a mí, cada vez siento más cerca tu respiracíon. Cada vez más acelerada, más intensa.
pasas tu dedo índice levemente por mi brazo hasta llegar a mi mano y me agarras. Levantas la mirada y me miras otra vez sin decir nada y a la vez diciendolo todo. Mi pulso se acelera, mi respiracion se entrecorta. Te vuelvo a mirar mientras me sujetas la cintura pengándome del todo a ti.
¿Y ahora qué?
Decido besarte, me besas. Nuestros labios se unen en una pasión que desde hacia ya un tiempo existe. Juntamos nuestras lenguas lentamente, sientiendo en cada momento lo que está ocurriendo. Comenzamos a besarnos más rápidamente mientras tus manos bajan por mi cintura. Dejas de besarme los labios y desciendes a mi cuello que siente cada uno de los pequeños besos que le das a la vez que tu respiración se entre corta aun más. Suelto un leve gemido de placer.

Decides levantarme sobre tus brazos y apoyarme contra la pared. Entre mis piernas nace un gran cosquilleo que aumenta por momentos. Me vuelves a besar, me despegas de la pared y me llevas directamente a tu cama. Sin soltarme me recuestas en ella. 
Tomo el mando, me doy la vuelta y me coloco sobre ti. Decido quitarte la camiseta y jugar al mismo juego al que jugabas tu hacia unos instantes, te beso el cuello lentamente, lo estas disfrutando, lo estamos disfrutando ambos al mismo tiempo. Mi mano se desliza por tu torso sin dejar de besarte el cuello y por detrás de la oreja. LLego a tu entrepierna, la masajeo y rapidamente paso a desabrocharte el pantalón. De nuevo, vuelvo a besarte los labios, mis manos pasan a levantarte las tuyas por encima de la cabeza.

Eres mío.

Repito la misma maniobra, empiezo a besarte el cuello, te suelto las manos y decides mantenerlas donde yo las he colocado. Del cuello paso directamente al torso. Mis besos abarcan por completo todo tu pecho, mis manos y mis labios descienden por tu abdomen mientras siento que algo debajo de mi se está despertando. Me levantas y decides tomar el control. Me dejas debajo de ti, aferrándome con tus piernas sin dejarme escapar. Uno tras otros, los botones de mi camisa se desabrochan. No dejas de besarme. Me quitas la camisa a la vez que desabrochas el botón de mi pantalón. Vuelves a subir y sin quitarme el sujetador, besas mis senos, envolviéndolos con tus manos. Siento tu lengua descender por mi ombligo y el cosquilleo de mi entre pierna sigue aumentando. Me levantas ligeramente los muslos de la cama y empiezas a bajarme los pantalones mientras tus besos acompañan a tus manos.
Mi respiración sigue acelerándose, mi boca comienza a abrirse y me besas lento pero sin pausa el interior de mis muslos. Eleva mis piernas y me terminas de quitar los pantalones. Te colocas encima mía, siendo capaz de sentir el calor de tu cuerpo y el latido de mi cuerpo acelerado. Nos quedamos quietos unos instantes, mirándonos fijamente, sabiendo lo que va a pasar. Te quitas los pantalones mientras yo me quito el tanguita que tanto te gusta. Vuelves a besarme mientras mi mente solo puede pensar "hazlo ya". Y así es, lo haces, entras en mi y yo suelto un gemido de placer. Lentamente entras y sales hasta que decides acelerar el ritmo. No puedo estar más excitada, mis uñas atraviesan tu espalda de lado a lado. Mi cuerpo se contrae cada vez que entras en mí. De nuevo, cambiamos de posición, estoy encima de ti moviendo mi pelvis al ritmo que marcan tus manos en mi cintura. Aumento el ritmo cada vez más, mi cuerpo comienza a estremecerse mientras gimo. Mis manos arañan tu torso desnudo. Te sientas y seguimos haciéndolo sin pausa hasta que nos ahogamos en un profundo orgasmo y nos derretimos sobre tu cama.

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